El Niño Índigo
El Índigo como niño es activo, energético e imaginativo. Se
pueden entretener ellos mismos y jugar en su propio mundo por horas. Con
frecuencia tienen amigos imaginarios, y adoran a las hadas y los delfines.
Los niños con frecuencia tienen más de una tendencia hacia
el comportamiento hiperactivo y destructivo. Esto está probablemente
determinado culturalmente por la necesidad de nuestra sociedad por expresar el
dominio del hombre, el cual es adquirido por ellos a una etapa temprana.
La inteligencia excepcional de los Índigo puede ser
exasperante para los adultos. A ellos no se les dirá “qué hacer”, sino que
querrán debatir y negociar cada instrucción. Hasta que el padre aprenda que se
le está enseñando a respetar el derecho a elegir del niño, y honrar esa
elección, ellos continuarán
confrontándose en cada oportunidad con la lucha de poderes y batallas de
voluntad.
La forma correcta de manejar a un Índigo es estar deseoso de
negociar, explicar y ofrecer opciones. Las instrucciones vacías de “haz lo que
se te dijo” solamente producirán hostilidad o indiferencia.
A los Índigo con frecuencia no les gusta la escuela
intensamente. Se aburren con el paso lento (para ellos) y las tareas
repetitivas consideradas adecuadas para los niños por los maestros que no
entienden su inteligencia.
Ellos batallan con la autoridad y la presión social, que
pueden ser bastante agobiantes para un alma índigo joven con poco entendimiento
real del “poder sobre otros”, de los estados comunes de dominación y sumisión
para la sociedad de la Tierra.
Los problemas experimentados en la escuela incluyen el DDA y
el DDAH, un resultado del aburrimiento y la irritación. Aprender incapacidades
como la dislexia con frecuencia también reflejan las formas de ser y pensar
utilizada por los Índigo.
El Adolescente Índigo
Como la mayoría de los adolescentes, los Índigo alcanzarán
la transición del estado de pubertad y se volverán mal humorados e
introvertidos ya que su cuerpo cambia.
Sin embargo, en esta etapa, los Índigo jóvenes con frecuencia comienzan a ver a
través del intenso materialismo y los dramas de víctima que forman la bases de
la mayoría de la vida de los adultos en el mundo moderno.
En este punto ellos con frecuencia se “desconectan” de estos
estilos de vida y optan por “alternativas” que consideran con más significado o
más divertidas o sólo simple reto a los adultos.
Desafortunadamente, muchas de estas incluyen la cultura de
las drogas y varias fiestas de trance que incluyen estados de felicidad
inducidos químicamente que son cortos y provocan adicción.
En este punto, el adolescente está expresando su ira y
rechazo a un sistema que no ofrece nada de valor al alma índigo. Los padres
pueden llevar a sus hijos a programas de Rehabilitación, pero ellos en realidad
necesitan en verdad preguntarse por qué tales seres inteligentes y creativos
con frecuencia parecen querer auto-destruirse.
Otra forma de comportamiento adolescente auto-destructivo
sucede cuando el niño enfrenta los valores de los padres y busca
sobrellevarlos. Esto puede ser alarmante, ya que los Índigo por naturaleza son
dotados y talentosos de manera excepcional. Estos Índigo con frecuencia
desarrollan fenomenales habilidades académicas y técnicas para ganar
reconocimiento y éxito, pero sacrifican el desarrollo emocional lo cual puede dañar
enormemente más adelante su vida cuando busquen crear uniones significativas.
El Adulto Joven Índigo
En sus veintes y a principios de sus treinta, los Índigo
generalmente caen en uno de los dos grupos.
El primer grupo sigue un camino “feliz” y crea afluencia,
generalmente a través de una carrera en TI o las Artes. Buscan relaciones
estables y tener hijos y crear familias. Pero batallan con las exigencias y
normas de los sistemas de matrimonio, familia y empleo. Sus almas Índigo luchan
por expresar sus esencias y permanecer leales a quienes son mientras todavía
están logrando el “éxito” como es dictado por nuestra cultura.
El segundo grupo opta por “separarse”, y con frecuencia los
individuos viajan extensamente, volviéndose un “ciudadano global” y batallando
para establecerse en algún lugar. Estas personas con frecuencia no tienen una
carrera o trabajo arreglados, y viven un alternativo estilo de vida que incluye
las drogas. Mientras que con frecuencia claman ser felices, también están
frustrados por su incapacidad económica para aspirar a esas actividades
“normales” de crear una familia y contribuir a una comunidad.
Ambos grupos están intentando redefinir lo que significa ser
un adulto en el mundo contemporáneo, y encontrar formas de vivir su verdad mientras
encuentran la felicidad y la estabilidad como adultos. Son la generación que
está definiendo nuevas elecciones y nuevas opciones para la vida adulta en la
Nueva Tierra.
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